Si bien esta año no hubo nada fuera de serie dentro de la 17° edición de Cumbre Tajín, también hay que decir que no todo es sabor amargo, pues nos queda un poco de esperanza porque el festival de la identidad Totonaca no muera, no se le permita morir, esto después de ser un gran evento de talla internacional, y que este 2016, quedó a deber, y más aún cuando las pilas no se renovaron con los rayos del sol, en donde la lluvia y el frío mermo – para muchos- la alegría y desenfreno del festejo.
Por eso en lo que nos tocó del domingo, te convidamos unas imágenes para que veas, que a pesar de todo y todos… Cumbre se resiste a morir y siempre hay algo por rescatar, siempre.
Fotos por: Donaji Bautista