-¡Mamá, dónde está!? – cómo es que algo así pueda perderse con facilidad- pensaba. Los dos estaban juntos, juraría los había hecho bolita, o amarrado, qué se yo… pero estaban juntos.
Ni modo, la única opción será salir con uno y uno… al fin que nadie se dará cuenta. Sólo espero no sufrir ningún accidente, porque qué pena me dará si me ven con calcetines diferentes.
¿Cómo cuántos me he comprado en todo el año? Ya perdí la cuenta. De todos los colores, con dibujos y sin dibujos, y ni se digan las escolares, que creo ahí anda uno que otro de relleno de almohada.
Es un misterio… ¿a dónde se van los calcetines perdidos? ¿Al reino de los calcetines? O es que ¿una fuerza siniestra nos quiere jugar una broma? (disculpen mi exageración, es que estoy desesperada). Puedes meter a la lavadora los pares de calcetas, y más de uno regresa incompleto. ¿Es acaso la lavadora quien está detrás de todo esto?.
No sé si a ti te sucede, pero cada vez que salgo de vacaciones debo comprarme unos nuevos, pues como por arte de magia, tengo muchos incompletos.
Lo creas o no, este día 9 de Mayo, es en honor a esos hermanos calcetines perdidos. “Día Nacional de los calcetines perdidos”. Aquellos que en un hueco del universo se han perdido. O espera…. Será acaso que el otro, el que aún tenemos, ¿es el gemelo malvado?
Todo puede suceder….