Capacidad lectora y redactora…

capacidad lectora

Había adquirido el compromiso de escribir para www.directoriotuxpan.com sin saber el trabajo que me costaría realizarlo, aun cuando la acción de redactar se da casi de manera natural, de forma oral y escrita, no pensé que resultaría un tanto difícil cuando en este caso, la acción es obligada para cumplir con un encargo. 

Aún sentada frente a mi computadora, me encontraba sin saber qué tópico abordar en esta primera entrega. Muchos temas venían a la mente y ninguno en concreto, y entonces pensé en la gran responsabilidad que conlleva redactar un artículo, sobre todo cuando deberá ser publicado en  páginas especializadas, blogs o redes sociales; no solo por la perspectiva con la que se aborde, sino por lograr que nuestro escrito refleje nuestra manera de pensar, y logremos transmitir clara y correctamente, aquello que queremos.

En mi poca experiencia como docente he podido percatarme de la gran deficiencia que hoy tienen los jóvenes en relación a la buena escritura, hablando de caligrafía, ortografía, coherencia, léxico apropiado y uso de signos de puntuación.

Los grandes avances tecnológicos en la informática nos han permitido reducir tiempo y esfuerzo en la realización de trabajos e investigaciones, y ante esto,  los aspectos negativos serían nulos si aprendiéramos a usarlos en su justa medida y recurriéramos a ellos como un apoyo; pero la mayoría de los niños y jóvenes han reducido el empleo de este gran recurso al uso de redes sociales, y a copiar y pegar información que suelen atreverse a presentar como propia.

Pocos son los estudiantes que se esmeran en presentar trabajos con una letra clara, menos aún, aquellos que se preocupan por colocar acentos y utilizar los signos de puntuación tanto básicos (coma, punto, punto y coma y dos puntos), como auxiliares (paréntesis, comillas, signos de entonación, guiones, etc.), y el número se reduce considerablemente para los que tienen especial interés  en utilizar un vocabulario adecuado y un desarrollo lógico en su escrito. Y cómo no, cuando la lectura es una actividad tan despreciada por la sociedad mexicana.

Todavía no he alcanzado a comprender en qué momento dejó de dársele importancia a este aspecto tan elemental en la formación de todo individuo, porque a mi muy particular forma de pensar, desarrollar la capacidad de redactar va de la mano con la aptitud de interpretar textos, y hoy en día, esta es una de las competencias que se exigen a nivel internacional para que el individuo sea un profesional de calidad.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), promueve  políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo, considerando precisamente, que la educación es un factor determinante para lograrlo.

Cómo pretendemos que nuestros niños y jóvenes desarrollen habilidades en la escritura e interpretación de textos, cuando nosotros mismos les damos todas las facilidades para que sus acciones de razonar y reflexionar sean mínimas. Les hemos enseñado que en los dispositivos pueden encontrar lo que sea sin restricción, exigiendo el uso de estas herramientas en las aulas.

Y no se trata de negarse al uso de los avances tecnológicos que por demás está decir que tienen muchas bondades; el asunto es recurrir a estos como eso, como un apoyo para el proceso enseñanza-aprendizaje, y no delegarles la responsabilidad total.

En este periodo escolar decidí involucrarme en la entrega de boletas del primer parcial, debido al alto índice de reprobación en materias como Taller de Lectura y Redacción y Matemáticas, y aunque la mayoría de los padres de familia asistieron, debo decir que faltaron aquellos cuyos hijos presentan mayores problemas tanto en aprovechamiento como en conducta.

Los puntos abordados giraron en relación a las evidencias realizadas y las exigencias de las mismas, aclarando los factores que se revisan y determinan la calificación de ellas, como son la caligrafía y ortografía, además del contenido, limpieza y entrega en tiempo y forma.

Otro punto importante fue el uso desmedido del celular, ya que los mismos alumnos han aceptado dormirse hasta muy entrada la madrugada por estar con el teléfono mandando mensajes en los ya conocidos Facebook y Whatsapp, conducta que merma su desempeño en la escuela como consecuencia de las pocas horas de sueño.

Un tercer aspecto fue la conducta en clase en la que se reflejan los valores aprendidos en casa, como respeto, puntualidad, vocabulario y trabajo individual y en equipo, además de la portación adecuada del uniforme. 

Y finalmente, se hizo hincapié para que los papás supervisen que sus hijos dediquen un tiempo diario al estudio para tratar de entender los temas vistos en clase y no pretendan aprenderse de memoria conceptos y definiciones que seguramente olvidarán en poco tiempo.

Sin duda es una labor titánica en la que debemos trabajar en conjunto docentes, alumnos y padres de familia, si queremos que nuestros niños y jóvenes se integren a una sociedad internacional que exige individuos competitivos y de calidad, para que nuestro México pueda emerger de esa oquedad que lo tiene sumido en la apatía, ignorancia y conformismo.     

Redactado por: LCTC Josefina Cobos Pérez.