Por: Cesia Carrillo Clemente
A 106 años de la creación de éste Día Internacional de la Mujer, seguimos conmemorando los logros alcanzados en éste día, así como también, se continúa en la lucha de la transgresiones hacia el género femenino. Pero en ésta lucha, ¿cuán comprometidas estamos, nosotras como mujeres?
¡Oh mujeres tan divinas! Tan frágiles y tan tiernas, y por otro lado, tan fuertes y tan rudas. Una mezcla de emociones y sentimientos, de pensamientos y anhelos, una mezcla que ni nosotras mismas entendemos.
Siempre he observado a los hombres (no en general, que el fútbol los une. No importa que no se hablen, que no se conozcan, un balón es el pretexto perfecto papara que toda rivalidad se vaya. O que en el campo se afiance, pero aún así juegan.
Nosotras, preciosas y lindas, estamos conscientes que a veces es más valiosa la amistad de un hombre, pues nos conocemos tan bien, que entre nosotras mismas dudamos.
Si alguien de plano nos “nos cae”… pues no nos cae… ni así esté de por medio un licuado de fresa (no se me ocurrió otra cosa).
Pero, ¿en éste día? Algo sucede, las imágenes por Whats App, Fb y demás, las felicitaciones van y vienen y los textos de superación y fortalecimiento de nuestra femineidad abundan. Entre nosotras mismas nos elogiamos.
Se exige la igualdad, sin embrago , desde mi punto de vista, jamás seremos iguales aquí en la tierra. Partiendo desde la fisionomía. No tenemos lo mismo. Pero algo que es verdad, sí somos capaces como mujeres de lograr muchas cosas, que en otros años se nos estaba limitando, hay quienes han destacado en la ciencia, en el deporte, arte y otros ámbitos. Sin embargo estamos constituídos diferentes.
Algo que quiero resaltar… Celebramos el día, esperamos las felicitaciones, pero ¿entre nosotras nos cuidamos, o nos apuñalamos por la espalda?.
Anteriormente mencioné que hay mujeres que se destacan en todos los ámbitos en la sociedad, sin embargo, cuando ésta es la vecina, la conocida, la amiga, ¿en verdad nos alegramos? O comenzamos la murmuración, por ejemplo : -de seguro se acostó con el jefe.
Vaya, vaya, mujeres , valoremos el esfuerzo que se hizo desde 1910, y el esfuerzo que se continúa haciendo día a día, rompiendo tabúes, rompiendo paradigmas y esforzándose para abrir brecha para que muchas de nosotras aprovechemos y desarrollemos nuestras capacidades.
Pedir equidad, no es ser feminista, no es “echarle a los hombres”, no es creer que no sirven y todo lo podemos nosotras. Es aprender a vivir con los derechos de ambos y junto hacer ua mejor sociedad. Pero también es que entre nosotras valoremos el esfuerzo que se ha hecho hasta hoy, y no limitarnos a nosotras mismas.
Entre nosotras nos cuidamos…. ¿sí, no?