¿Dónde guardas lo que queda de tus comidas? ¿En un envase de crema o yogur reciclado? ¡Detente! La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) nos ha dado una interesante lección sobre por qué esta práctica no es la mejor opción.
Sabemos que todos hemos recurrido a esos envases vacíos para darles una segunda vida como recipientes para nuestras comidas, pero aquí hay un giro interesante: no todos los plásticos son iguales, y esto tiene un impacto en la seguridad de tu comida.
En primer lugar, Profeco nos recuerda que los envases están diseñados específicamente para su producto original. Su trabajo principal es presentar, proteger y transportar el producto, no ser tu Tupperware de emergencia. Con el tiempo, estos envases se desgastan, se agrietan y pueden romperse, lo que abre las puertas a invasiones no deseadas de bacterias.
¿Y las bolsas herméticas?
Bueno, aquí hay una respuesta menos definitiva. Si utilizaste una bolsa para tu sándwich o galletas, puedes darle una segunda oportunidad, ¡pero asegúrate de lavarla a conciencia y que esté completamente seca!
Sin embargo, no deberías reciclar una bolsa que haya contenido carne cruda o pescado, ya que esto podría llevar a la temida “contaminación cruzada”, un término que te gustaría evitar. También, evita reciclar las bolsas que hayan estado en contacto con alimentos muy grasos, ya que eliminar completamente la grasa puede ser una misión imposible.
Entonces, ¿cuál es la recomendación definitiva? Invierte en recipientes adecuados para alimentos. Esto no solo garantiza la seguridad de tus comidas, sino que también te libera para reutilizar esos envases de crema y yogur para lo que fueron diseñados originalmente. ¡Reciclar con estilo y seguridad es la clave para un hogar más sostenible y saludable!
Via: Chilango