Como en toda familia, hay hijos que somos ingratos con las mamás y otros que somos muy amorosos y las cuidamos, con esa enorme gratitud por todo lo que se esforzaron por nosotros. Hay hijos que prefieren admirar a las mamás de sus amigos (en el buen plan) y en vez de disfrutar a la suya, pasan más tiempo por encajar en otros lugares.
Es irónico porque con todas esas acciones y el hambre de explorar otros “mundos”, el nuestro lo estamos destruyendo
Todo este preámbulo para recordar el Día de la Madre Tierra, que oficialmente se institucionalizó así en 2009. Desde 1970 el Día de la Tierra se celebra en los Estados Unidos de América, pero en un acuerdo de más de 196 países que se unieron, el término “Madre Tierra” era algo común y que se unificaba. ¿El fin? Es casi lo mismo.
Qué tristeza que si llamamos “Madre Tierra“, ni la cuidemos, la dejemos como esa viejita abandonada en el asilo, mientras estamos explorando y alardeando que ya se están conociendo otros planetas, que ya se envió un Sam el perrito de peluche gigante al espacio (y todos decimos ahhh con ternura). Es irónico porque con todas esas acciones y el hambre de explorar otros “mundos”, el nuestro lo estamos destruyendo.
Este día coincide con la firma entre muchos países del el Acuerdo de Paris sobre el cambio Climático, en ese mismo país. ¿Y que el clima está loco? ¡Claro! Al platicar con gente de la tercera edad podrás darte cuenta de su calendario casi exacto, donde términos como la canícula, las castañuelas, eran cosas atinadas y además el observar a los animalitos como las hormigas, o las aves; cosas que nos dirigían para conocer el clima y de alguna manera hacer un pronóstico. ¿Pero qué sucede ahora? ¡El clima está loco!. Y es gracias a la mano del hombre. Por ejemplo, los pulmones de cada ciudad han sido desforestados.
Los árboles son una parte importante para evitar los cambios climáticas de una manera alocada, además de ser el filtro de limpieza de todos los gases y tener un mejor oxígeno. Lo que desencadena una serie de cosas a nuestro favor, si tan sólo tuviéramos conciencia.
Tuxpan no es una ciudad grande, está pensando en el comercio, turismo y más. Pero ¿qué de aquello que le da vida a la ciudad?. Y no, no es precisamente los antros y la vida nocturna de la ciudad, eso no da vida. Hablo de los árboles. Hay árboles y aún en Veracruz hay partes verdes y podemos ver toda la gama de tonalidades de verde que hay, pero algunos son por gracia. No porque en las ciudades haya una conciencia de éste cuidado.
Me pregunto y opino, ¿por qué no tirar un edificio y plantar muchos árboles?… hay que ser rebeldes …
No seamos hijos ingratos, cuidemos nuestra Madre Tierra.