Este debate ha dividido baños, hogares y hasta relaciones: ¿el papel higiénico va al inodoro o al bote de basura? Pues la UNAM acaba de lanzar el chisme definitivo: ¡va al WC, raza!
Un estudio publicado en PaCiencia Pa’Todos (neta, así se llama), explica que el papel higiénico está diseñado para disolverse en el agua. Así que si lo tiras al inodoro, todo bien con las tuberías. Pero si lo dejas en el bote… ahí es cuando llegan los problemas: malos olores, bacterias tipo E. coli flotando en el aire y un baño que más que baño parece laboratorio de microbios.

La Profeco también se subió al tren y confirmó que el 95% del papel se desintegra sin broncas en el agua. Menos basura, menos impacto ambiental y un baño con mejor karma.
¿Y si tu baño tiene drenaje viejo o mal mantenimiento? Ahí sí, toca ser más cuidadoso: usa bote con tapa, vacíalo seguido, y límpialo como si tu vida (o al menos tu nariz) dependiera de ello.
Otra opción más nice y ecológica: el bidet. Sí, ese invento europeo que cada vez gana más fans por acá. Menos papel, más limpieza y cero peleas sobre si el papel va al bote o no.