Todos tenemos las mismas posibilidades de ganar. Porque a veces la vida parece que es un juego de azar, sin embargo hay un poco de todo para la combinación que nos lleve a un buen resultado. Por ahí algunos le llaman suerte, o bendición, y el esfuerzo junto con la disciplina, es lo que hace que lleguemos a la meta con un buen resultado.
Para la delegación mexicana en los pasados Juegos Olímpicos en Río 2016, no hubo un resultado favorable, como todos esperábamos. Quizá a nivel personal, algunos atletas como obtuvieron una presea. Sin embargo en general, no era lo que el país esperaba. ¿Será que les faltó suerte? ¿no hubo una disciplina a nivel de los demás atletas del mundo?¿los recursos desviados que no llegaron a los atletas? ¿o simplemente hay quienes nacen con estrella?.
Hay quienes nacen con alguna discapacidad, lo cual sería un pretexto perfecto para que el público diga “No te preocupes, te esforzaste” e incluso, tristemente, aún con mentalidad de “lástima” decir, -Pobrecito-.
Lo que realmente hay que entender, es que cada quién hace de acuerdo a su capacidad. Y si en un tiempo a las personas con una limitante se le ha denominado “persona con discapacitadad” , imagina el pretexto perfecto que tenemos nosotros, para no esforzarnos. (Realmente el término, sería tema de discusión).
Es un orgullo que los atletas mexicanos que nos representaron en los Paralímpicos, se hayan traído al país 15 preseas. Pero es una tristeza, que aún en los medios de comunicación, sea casi nulo o nulo la información de ello, la transmisión de dichos juegos, la fiesta a grandes atletas.
No se trata de celebrar porque tienen una discapacidad y “woow” lo pudieron lograr. Pues estoy seguro que ellos saben que ganan por la disciplina y el esfuerzo. Se trata de celebrar y enorgullecernos como mexicanos porque son destacados atletas. Y pueden, así como todos podemos, con ese toque de esfuerzo y disciplina, sin dejarlo a la “suerte”.